La cavitación es un procedimiento no invasivo que utiliza aparatología, un tratamiento estético cuyo propósito es la eliminación de acumulaciones de grasa localizada, favoreciendo la reducción de volumen corporal a través de la utilización de ultrasonidos de baja frecuencia que nos ayuda a destruir el tejido graso, para que nuestro cuerpo reaccione enviando macrófagos o “células Pac-man”, estas células se encargan de fagocitar o comer las células muertas, para que el hígado las procese naturalmente, la metabolice y ser eliminadas del cuerpo.
Para poder someterse a un tratamiento de cavitación, es necesario un estudio médico previo. El motivo de esto es que el tratamiento de cavitación está contraindicado en:
- Pacientes con marcapasos o cualquier otro dispositivo electrónico implantado en el cuerpo.
- Pacientes con hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia.
- Pacientes con insuficiencia renal o insuficiente hepática.
- Mujeres embarazadas.
- Mujeres en periodo de lactancia.
La cavitación es un revolucionario tratamiento que ofrece resultados extraordinarios, además de contar con numerosos beneficios. Por tanto, no solo se encarga de aportar a la piel un aspecto sano y rejuvenecido, sino que también:
- Mejora la circulación.
- Expulsa toxinas y líquidos.
- Tonifica los tejidos de la piel.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal.
- Combate la celulitis y la piel de naranja.
- Activa la producción de colágeno.
- Llega a la grasa localizada entre los tejidos, difícil de eliminar por otros métodos.
Áreas donde se puede aplicar la Cavitación.
